El vestuario fué el resultado de la exploración entorno a distintas recetas que combinan principalmente materia órganica con solventes, gelificantes y aglutinantes amigable con el medio ambiente. Finalmente desarrollamos un material bastante apto y acorde a nuestras búsquedas, a base de descartes de café, agua, gelatina y glicerina con el que empezamos a trabajar el vestuario pensando como sería una moldería, sistemas de cerramiento y recursos constructivos posibles para este nuevo material y esta nueva forma de generar indumentaria.

Además de fomentar posibles aplicaciones de estos bio-materiales en la moda, para nosotros fué importante contar el desarrollo por donde obtuvimos dichos materiales, asi presentamos muestras y procesos de:

- celulosa bacteriana: producto de la fermentación de un cultivo dulce de levaduras y bacterias, donde se va generando una placa compacta de celulosa, apta para coser, cortar y teñir.

- micelio: es una red que los hongos hacen crecer por debajo de la tierra, por donde estos toman los nutrientes. En este caso hicimos unas pruebas artificiales, donde esta red de hifas van creciendo en moldes, bajo controles de humedad y temperatura especificos, al tiempo que van colonizando el sustrato contenido en los moldes. El resultado es un material liviano y aglomerado, que en finas capas, resulta semi flexible y en grandes cantidades resistente y rígido.  

- cristalizaciones textiles: a partir de soluciones saturadas de sales suspendimos tejidos, que en un corto período de tiempo se fueron cristalizando sobre la tela sumergida.